Habiendo transcurridos meses del primer caso de Covid-19, en todo el mundo todos los sectores de la sociedad se van dando cuenta de los profundos cambios que la pandemia nos trae. En este caso particular me referiré a la educación y su transformación. Mucho se ha hablado de las clases en línea y la educación por video llamada, etc. Sin embargo, desde mi punto de vista lo realmente importante es hacia dónde nos dirigimos pedagógicamente hablando.
Una de las realidades que nos confronto esta emergencia sanitaria fue que las aulas de clases no son únicamente espacios donde existe exclusivamente una pizarra, marcadores y pupitres, por el contrario, cualquier espacio se volvió un espacio para aprender, tal como sucedía en la antigua Grecia, donde los maestros enseñaban en las calles o debajo de un árbol. En el caso de nuestra generación fueron las salas de las casas, los patios o las terrazas.
Desde el 2017 Finlandia dentro de su currículum para la educación primaria y secundaria se implementó el Aprendizaje Basado en Fenómenos, que consiste en aplicar un fenómeno o problema mayor y plantearlo a la clase para que sea ella quien busque soluciones, lo interesante de este modelo es que su finalidad es aplicar todas las áreas de estudios necesarias para brindar respuesta al fenómeno planteado.
Este tipo de experimentación en el aula es la que sin duda trae avances a la educación tal y como la conocemos. La realidad es que intentar aprender por asignaturas y separados de la realidad es una de las razones por la que los niños y jóvenes no logran un aprendizaje significativo para sus vidas.
Por otro lado, el hecho de que lo que enseña el docente quizás ya no es relevante a lo que el niño o joven necesita en realidad, con esto me refiero a que pasaría si el joven desea ser comediante o un famoso “youtuber” poco o nada le sirve el pretérito pluscuamperfecto, más bien servirá enseñar comunicación, artes escénicas, expresión corporal. En otro caso un joven desea ser gran motivador o “coach”, ciertamente le ayudará más a su vida el hecho de aprender las áreas mencionadas anteriormente, que una parte específica de la gramática española.
Los ejemplos anteriores parecen ridículos, lastimosamente es una constante en esta nueva generación que ve en las profesiones tradicionalmente conocidas menos interés y prefieren abrir otros caminos (lo que es fundamental para el desarrollo de las sociedades).
Volviendo al tema, la educación del mañana o lo que se pensaba que debía llegar “mañana” llegó hoy y es hora de ponernos en acción, ¿quiénes? TODOS los actores, padres de familia, docentes, directivos e instituciones educativas y sin duda los gobiernos, pero como sabemos estos últimos no están muy interesados en el tema o no quieren saber del tema.
Estamos en deuda con esta generación que se está formando hoy en las escuelas y colegios, algunos le dicen generación de cristal, de manera personal creo que han manejado de forma heroica las presiones del sistema y de paso sumar una de las peores catástrofes que la humanidad haya enfrentado (la pandemia del COVID-19).
Debemos tomar esta crisis histórica como oportunidad para experimentar, innovar, romper los moldes y paradigmas establecidos, hacer lo que debemos y no solo lo que nos dijeron que hagamos y en el peor de los casos lo más cómodo. El desafío es enorme, pero sin duda un largo viaje inicia con el primer paso y estoy dispuesto a dar el mío. ¿Y tú?